Estudian el Monumental y las denuncias de vecinos. Peligra la visita de U2 en 2011.
En el ultimo tiempo, el Monumental se consolidó como estadio de elite en el mapa global de la música: no por nada artistas como U2, Madonna y The Police editaron sus DVDs Live in River. "Si no se puede hacer en River, U2 no viene", aseguran desde la productora Time 4 Fun sobre la posible visita de la banda a comienzos de 2011, luego del informe ambiental crítico que pone en riesgo la continuidad del gallinero como plaza rockera. ¿Cómo está la situación al día de hoy?
El salto coordinado del público sobre el campo de juego genera ondas que se propagan hasta tres kilómetros y entran en resonancia con las estructuras de los edificios, lo que provoca, en algunos casos, una vibración muy superior (diez veces o más) a la tolerada por las condiciones de confort de los habitantes. A esta conclusión arribó la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad, a partir de un estudio realizado por la Facultad de Ingeniería de la UBA durante los últimos recitales de AC/DC, Metallica y Coldplay en estadio de River. Las mediciones fueron encargadas por el gobierno porteño en octubre del año pasado, luego de que un grupo de vecinos de Núñez y alrededores le pidiera al fiscal Walter Fernández la clausura de todos los estadios de la zona para shows de rock, debido al elevado volumen, las molestias y, principalmente, las vibraciones. En el informe difundido por la APRA en abril pasado, se aclara también que los niveles de vibraciones medidas no alcanzan a producir daños estructurales en los edificios, además de confirmar la "exigencia de medidas de mitigación para el caso de River".
En la productora Time 4 Fun, organizadora de los últimos shows de River, prima la cautela: "Estamos realizando trabajos para mitigar las vibraciones y confiamos en que se resolverá la habilitación en los próximos meses", confió a RS una fuente de la empresa. Si esto ocurre, para octubre o noviembre se avanzaría con dos shows con sillas: Bon Jovi y Jonas Brothers, y está confirmada la visita de U2 para comienzos de 2011. Aunque aclaran: "Si no se puede hacer en River, U2 no viene".
Por su parte, Fernando Moya, director de entretenimientos de Time 4 Fun, no oculta su preocupación por lo que -de concretarse- significaría la pérdida de Buenos Aires como plaza de los shows "grandes". "Sería una gran pérdida para la ciudad. River no se debería perder nunca, hay que defenderlo. Es tu estadio, es tu ciudad, durante veinte años lo fue y no hay un escenario para mí sin River." El productor cree además que detrás de esta situación hay un "déficit" de la ciudad por no haber generado nuevos lugares en los últimos cuarenta años. "Después de que se construyó el Luna Park, no hubo ningún plan de ningún gobierno para que se construyera un estadio", observa. Y concluye: "Me gustaría que los gobiernos piensen en la población y no en cuatro maniáticos que les molesta escuchar música a las diez de la noche. La gente quiere esparcimiento, no hay duda de ello".
Desde la vereda de enfrente, Mariana Cabello (38), vecina de Núñez, es categórica: "No es una exageración de cuatro vecinos, somos más de setecientas familias afectadas", insiste. Cabello, que es médica, asegura que está probado que las vibraciones producen vértigo y hasta ataques de pánico en las personas. "Cuando salta la gente, sentís un pequeño terremoto", cuenta. "Además, está todo lo que rodea al recital, gente tomando alcohol en las veredas, el tránsito colapsado, llegás a tu casa un día de show y los trapitos te piden hasta 60 pesos para estacionar en tu propio barrio."
La abogada Ana Paulesu, representante legal de los vecinos, es muy poco optimista acerca de encontrar una salida al problema de River: "No existe un material que pueda amortiguar con tanta precisión el movimiento". Y cita el ejemplo del estadio Wembley, reconstruido recientemente a nuevo. "Habría que tirar el estadio abajo y hacerlo de nuevo." Además, la abogada anticipa que, si se habilita, "volveremos a demostrar en la Justicia qué les pasa a las personas y a los animales con la vibración".
Por su parte, Enrique Banfi -presidente de una de las seis asociaciones de vecinos vinculadas al reclamo- sorprende con una propuesta de tercera vía: "Transformemos Buenos Aires en la ciudad del rock de Sudamérica, pero hagámoslo bien", tira. "El intendente que hizo el Sambódromo en Río de Janeiro pasó a la historia; los vecinos lo que queremos es que pongan plata y hagan un centro del rock".
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