"Vivimos una epoca de Miedo"
El lanzamiento del duodécimo álbum de U2 grabado en estudio, No Line on The Horizon constituye uno de los acontecimientos. Los irlandeses recibieron a Le Monde en la suite de un hotel de lujo parisino. Una entrevista en dos tiempos. Primero, con el afable guitarrista The Edge y el baterista Larry Mullen Jr., después con el discreto bajista Adam Clayton y Bono, líder sonriente y carismático.
¿Cómo hace U2 para seguir siendo un grupo creativo después de 30 años de existencia?
The Edge: Nada sería más aburrido que contentarnos con nuestros viejos hits. En cada álbum, una de nuestras principales motivaciones es escribir por lo menos 4 o 5 canciones que nos den ganas de incluir en nuestra serie. Anterior mente, ciertos títulos fueron especialmente compuestos pensando en el escenario. Para Where the Streets Have No Name, por ejemplo, me acuerdo que trabajé decidido a componer una canción hecha para cantar en vivo, igual que para Vértigo. No fue así para este álbum. No obstante, casi todos los títulos del disco podrían ser tocados en concierto.
Bono: Es como si no tuviéramos memoria. Por otra parte, una vez que salen, no vuelvo a escuchar nuestros álbumes. No miramos atrás. Tal vez por culpa de Bob Dylan y su canción, She Belongs to Me (Bono adopta el tono nasal de Dylan y se ríe) "She's an artist she don't look back" (ella es una artista, no mira atrás). Bruce Springsteen nos dijo un día: "Cuando uno ha ce este trabajo durante cierto tiempo, lo más difícil es sorprender". En este álbum, quisimos sorprendernos a nosotros mismos.
Volvieron a trabajar con Brian Eno y Daniel Lanois...
Larry Mullen Jr.: Por primera vez, aparecen Brian y Danny como co-compositores. Generalmente, la gente cree que Eno es un hombre-máquina, cuando en realidad es completamente humano y a veces le cuesta dominar sus computadoras. Es algo que forma parte de su talento para contar con los accidentes.
¿Qué les aportó su sesión de grabación en Fez, Marruecos?
The Edge: Nos instalamos en un hotelito, en cuyo patio pusimos los instrumentos. Arriba teníamos el cielo y los pájaros. En un estudio normal, en cuanto se enciende la luz roja estás obligado a producir lo que se espera. En Fez, teníamos la libertad de proyectar lo inesperado. Al final, no utilizamos quizá más que un 10% de lo que grabamos en Marruecos, pero esa etapa fue crucial para el álbum.
En el álbum, aparecen sonoridades típicas del grupo y algunos sonidos nuevos de guitarra. ¿Cómo hace, Edge, para conjugar ese sonido reconocible para todos y sus ansias de novedad?
The Edge: Nosotros creamos un estilo a partir de nuestras limitaciones. Venimos del punk, empezamos sin saber tocar. Esa pequeña paleta de base nos obligó a ser creativos. Larry y Adam fueron mis mayores influencias, yo desarrollé mi estilo para valorizar su dinámica. Hoy, estoy siempre en busca de nuevos sonidos.
¿Ustedes se ven fuera de los períodos de grabación?
The Edge: Nos vemos mucho incluso cuando nos vamos de vacaciones. Desde hace varios años, Larry, Bono y yo tenemos cada uno casas vecinas en la Costa Azul, en Francia.
Larry Mullen Jr.: Siempre nos las arreglamos para hacer música en Dublín, pero trabajamos mucho en Francia. Bono en general escribe allí y considera que el aire de la Costa le hace mejor a la voz.
The Edge: Seguimos siendo muy amigos. El otro día, me sorprendió oírle decir a alguien que la mayoría de los grupos no comparten el mismo camarín en gira. A nosotros nos resultaría impensable.
¿Las numerosas actividades caritativas y extramusicales de Bono no le generan ningún problema a la organización del grupo?
The Edge: Aprovechamos para trabajar la música de los temas. Cuando él vuelve podemos tocarle cosas que lo inspiran más. Es como él saca los mejores textos y las mejores voces.
¿La longevidad de la banda se explica en parte por la fe que pusieron en su música desde el comienzo?
Bono: Nuestras canciones de comienzos de los años 1980 estaban llenas de ingenuidad pero eran intrépidas, estaban poseídas por una alegría de tocar y una entrega muy alejadas del cinismo que imperaba en ese momento. Muchos grupos pretendían ser cool, nosotros éramos apasionados. Con el tiempo, aprendimos algunos trucos, pero hay que desconfiar del "oficio", del savoir-faire. Al envejecer, aprendimos a cuestionarnos. Hoy, este nuevo álbum es la suma de lo que aprendimos y también de lo que aprendimos a dejar de lado, como la vanidad intelectual.
¿U2 no es ahora una empresa más que un grupo de música?
Bono: Yo digo que somos como una pandilla de cuatro músicos y una empresa de cinco personas (incluyendo a su manager Paul McGuinness). Optamos por no repetir una de las mentiras más perniciosas de la mitología del rock 'n 'roll: pretender que un grupo no es una marca. El público en este momento está mucho alerta, pero en los años '80, era un delito tener un disco Nø 1 o llenar un estadio. Desde que empezamos, nuestro manager nos dijo: "Sería una vergüenza ser bueno en música y un desastre en los negocios".
Su álbum sale en un contexto de crisis financiera mundial. Una maquinaria como U2, ¿sigue teniendo relevancia en el mundo tal como éste evoluciona?
Bono: Vivimos en una época de miedo. Nuestra música es un antídoto contra el miedo. Es la banda de sonido capaz de hacerme salir de abajo de la cama (risas). Dicho esto, si bien este álbum está lleno de ruidos alegres, se termina con palabras lúgubres: "Elegí tus enemigos con cuidado porque te definirán/(¿) Al principio no están pero cuando acabe tu historia/seguirán con vos más tiempo que tus amigos". U2 elige a sus enemigos con cuidado.
¿Cuáles son?
Bono: No elegimos a los más evidentes. Bush, Tony Blair, el establishment, son muy previsibles. Al comienzo, estábamos en esa lógica del "nosotros" contra "ellos". Pero nos dimos cuenta de que solamente había "nosotros". Nuestros enemigos son los obstáculos que impiden a cada uno realizar su potencial. Suelen ser generalmente nuestras propias pequeñas hipocresías.
¿Qué hace que un grupo como U2 sea interesante hoy?
Bono: Es más fácil tener éxito que relevancia. El espíritu de la época no depende solamente de lo cultural, sino también de la economía, de la política de lo espiritual. Aun aquellos a quienes no les gusta U2 encuentran interesante al grupo, creo. Porque abordamos la música pero también la política, el comercio, las nuevas tecnologías, la moda, el arte contemporáneo¿
The Edge: Si como grupo seguimos siendo relevantes es porque nos preocupa seguir siéndolo. No escribimos en el vacío, no somos como estudiantes de la cultura. Observamos, absorbemos todo lo que pasa, la forma en que el mundo y la música evolucionan. Artistas como MGMT, Secret Machines, The Killers, Elbow, Sigur Ros o Johnny Cash, por ejemplo, pudieron ser fuentes de inspiración.
¿Son sensibles a la forma en que consume actualmente la música la generación Internet?
The Edge: No me gusta cómo se banaliza la música. Creemos en la coherencia de una obra y a la idea de que un álbum no es una serie de canciones, sino una unidad. Esperamos sacar un álbum que la gente escuche en su conjunto más que con la idea de querer bajar dos o tres canciones.
¿No le parece que el slogan de Obama "Sí, podemos" podría haber sido cantado por U2?
Bono: Es lo que nos dijeron (risas) ¿No es loco para un grupo que, a los veintitantos escribió una canción (Pride (In the Name of Love)) sobre Martin Luther King, se encuentre en los escalones del Lincoln Memorial, donde el pastor lanzó su "Tengo un sueño" para tocar canciones como invitado de Obama? ¿Alguien les dijo que éramos irlandeses?
Traducción de Cristina Sardoy
www.clarin.com
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