Ocesa tiene a su cargo la gira latinoamericana de U2 -que se haría en el 2010- y ya inició gestiones informales con la Alcaldía Mayor para este tema, en las que insistirá en el préstamo del estadio.
Sin embargo, la empresa, que además quiere poner en Bogotá un escenario de eventos hasta para 24.000 personas y está en conversaciones con la Alcaldía desde hace más de un año, es consciente de que "con las condiciones actuales de la capital de Colombia no vemos probable llevar este show a Bogotá", aseguró Puig.
Y no está lejos de la realidad. El Campín no se presta por disposiciones técnicas determinadas a finales del 2008 y así lo ratificó ayer el alcalde Samuel Moreno, quien considera que el parque metropolitano Simón Bolívar podría reunir las condiciones de espacio y capacidad (80 mil personas) que
requiere la presentación de U2.
"El espectáculo del grupo es una producción hecha para estadios. Un escenario como el parque Simón Bolívar no sirve", respondió Puig.
La semana entrante, representantes de Ocesa visitarán Bogotá para una reunión con Ana Camacho, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte, con quien adelantan conversaciones para el nuevo escenario de la ciudad, e intentarán dialogar con delegados del alcalde Samuel Moreno para conversar sobre el tema U2.
Empresarios consultados por EL TIEMPO se mostraron incrédulos sobre el tema de U2 en Colombia. Para algunos, el hecho de no haber prestado El Campín para Juanes, el año pasado, implica que sería muy complicado hacerlo para otro grupo.
Alcalde: en el estadio es imposible
El alcalde Samuel Moreno insistió ayer en que el tema del estadio El Campín para conciertos "ya está chuleado", es decir, no es posible prestarlo. Su argumento se basa en el estudio técnico hecho en el 2008 en un espacio de la gramilla del estadio con miras al concierto de Juanes (que finalmente hizo 4 presentaciones en el coliseo El Campín) y que determinó que el uso del lugar para espectáculos es imposible. Pese a que en los estudios se cubrió la gramilla con un tapete especial, el director del IDRD en ese momento, José Tapias, manifestó que después del espectáculo se tendría que "hacer renivelación y resiembra de la cancha, con altos costos". A la gramilla ya se le habían invertido 300 mil millones de pesos.
La semana entrante, un representante de Ocesa visitará Bogotá para tener una nueva reunión con Ana Camacho, directora del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), y saber si ya hay una decisión definitiva sobre el tema.
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